En la comunidad donde trabajo había 70 alumnos y realizamos, junto al cacique, todas las gestiones pertinentes para el desdoblamiento del aula. La supervisora nos visitó para constatar la asistencia de los alumnos e incluso hablé con Ud. cuando se encontraba en Gestión Educativa, pero jamás desdoblaron el aula. ¿Ud. puede trabajar con esa cantidad de alumnos que no reciben la atención adecuada y se sienten obligados a desertar? Esto sumado a la necesidad de esos jóvenes, que tienen que trabajar en las fincas para comer.
El Estado debería contener y velar por la educación de esos alumnos y no lo hace. Y habla de desorden en la educación de jóvenes y adultos, pero el desorden lo propiciaron las personas en las que Ud. confió. Incluyo en ese desorden a la coordinadora de alfabetización, que no nos dejó trabajar en la enseñanza de jóvenes y adultos.
Con el trabajo de alfabetización se incrementó la matrícula en los núcleos educativos y en los BSPA.
El cierre de esta dirección es un retroceso en la educación salteña, mientras que otras provincias abren direcciones para llegar a cada ciudadano. Sra. ministra, reflexione para ayudar y cooperar con la educación de su prójimo. Está en ese cargo porque tanto yo como cientos de salteños apostamos al gobierno de Urtubey y, basados en sus promesas, caminamos las calles con 45 grados de calor. Pasamos noches sin dormir durante la campaña política, soñando despiertos con un futuro mejor.
Raquel Elena Vargas, Pichanal
Fuente Carta de Lectores diario El Tribuno
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