El tiempo suele ser el mejor indicador cuando se trata de medir la aceptación y el impacto que algo provoca de manera perenne y, es el tiempo el que nos sitúa ante la importancia que ha representado en nuestra provincia la creación del Bachillerato Salteño Para Adultos, más conocido por sus sigla de B.S.P.A.
Hace 25 años, el 10 de agosto de 1986, sin demasiados protocolos; pero en medio de un millón de expectativas se daba inicio a una forma de educación popular, es decir para el pueblo, para quien la necesitara, por diversos motivos: de inserción social, presentar un título en el trabajo, para sentirse mejor, para compartir saberes con la familia, en fin cubrió tantos anhelos que ya no los podemos enumerar.
Esa fue la esencia del B.S.P.A desde sus orígenes, dar respuestas a los menos favorecidos socialmente, a los excluidos de los diferentes sistemas existentes, era el lugar en el mundo de los ciudadanos que creían que para ellos ya había pasado todo lo que tiene que pasar y en ese contexto, un grupo de hombres y mujeres de buena voluntad, poseedores de una sensibilidad singular, supieron reconocer en la naturaleza del ser adulto la necesidad de una nueva oportunidad; incluso para muchos que siempre tuvieron muy poco, era en realidad LA OPORTUNIDAD.
Demás está decir que entre maravillados y temerosos los primeros alumnos del Bachillerato Salteño Para Adultos iniciaban sus clases el 10 de agosto del año 1986, en el Centro Nº 1 cuyo funcionamiento se pensó en la Escuela Roca de nuestra ciudad por ser un lugar estratégico para la concurrencia. Todos los aspectos que conformaron este Proyecto fueron diseñados para el adulto que quisiera retomar sus estudios, a fin de saldar una deuda del pasado y, entonces en las aulas encontraban que los profesores eran más jóvenes que sus propios hijos o nietos y entre el afecto y entre las metas fijadas desde el Sistema Educativo se empezó a transitar la línea del tiempo devanando el entramado del saber, y hoy a veinticinco años de vigencia en la comunidad, es imposible no encontrar en cada espacio de nuestra comunidad un orgulloso ex alumno de aquellas aulas imbuidas del saber.
Otra habría la historia de miles de salteños de no haber existido esta oferta educativa visionaria y desinteresada, sabemos que recientemente han surgido en los diferentes ámbitos del quehacer educativo ofertas que remiten a la necesidad de dar cumplimiento a las prescripciones de las Leyes de Educación, tanto la nacional como la ley provincial, en cuanto a la terminalidad de estudios secundarios obligatorios.
El B.S.P.A, no se aparta de estos postulados; al contrario ha dado acabadas muestras de su excelencia pudiendo ser un ámbito polifacético de contención, de apropiación del saber y de trabajo solidario, porque el que menos tiene, el excluido social, el olvidado, el que carece hasta de una autoestima que lo sostenga para ubicarse en el mundo, egresa de las aulas de los Bachilleratos salteños Para Adultos, mirando la vida desde la perspectiva de la dignidad humana: por haber sido reconocido como persona y haber recibido un trato valorativo de su inteligencia y de sus conocimientos, esos que se van atesorando a lo largo de la vida.
Otras jurisdicciones que no han tenido la actitud visionara de lanzarse a cubrir esta necesidad educativa de la enorme masa social que representan nuestros jóvenes y adultos, todavía se encuentran buscando la forma de abordar la problemática para ganarle la batalla al analfabetismo y a la deserción escolar.
Es oportuno recordar que esta realidad que se denomina Bachillerato Salteño Para Adultos tiene sus raíces en el esfuerzo de muchos ciudadanos de buena voluntad que no escatimaron esfuerzos para hacer realidad este sueño de la segunda oportunidad, desde la pedagía y el acompañamiento político de aquellos gobernantes que reconocieron en la educación una veta interminable para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y de una comunidad, ya que enseñar y aprender genera un efecto multiplicador que nunca es individualista, sino que toca a todos como en un mágico efecto dominó que va inevitablemente trasladándose a los otros: la familia, los vecinos, el trabajo.
Por este motivo reconstruir la experiencia B.S.P.A no puede hacerse desde el pasado, sino básicamente desde el futuro, ese que estamos construyendo en el presente, porque es en el aquí y ahora donde uno puede construir, generar las claves de la geografía que queremos, y las claves se encuentran siempre en la raíz de lo que sembramos, si sembramos igualdad, justicia social, inclusión, los frutos no podrán ser otra cosa; pero en cambio si dejamos de atender las necesidades de una franja poblacional que busca en la educación su realización personal, entonces estaremos negando los principios mismos de la democracia.
En esta sociedad de los Ni, una disyunción que implica falta de respuestas para jóvenes y adultos que ni trabajan, ni estudian, creemos que el Bachillerato Salteños Para Adultos con veinticinco años de vida en nuestra comunidad ha marcado a fuego el derrotero de la educación en Salta, permitiendo que nuestros estudiantes puedan poblar las aulas de institutos de estudios superiores, perfeccionar sus conocimientos a través del ejercicio sistemático y compartido de muchos saberes y experiencias, en fin nos encontramos nada más, ni nada menos que con veinticinco años haciendo crecer a estudiantes y docentes, acostumbrados a extraer agua de las piedras, ya que un Centro B.S.P.A, muchas veces existe, educa y da respuestas sólo por la vocación y la buena voluntad de directivos, docentes y alumnos que pueblan las aulas sólo con el afán de enseñar y aprender.
Estas son las coordenadas de los Bachilleratos Salteños Para Adultos, a quienes a veinticinco años de su fundación, auguramos muchos y más fructíferos años de educación y de inclusión social, tal como lo exigen las sociedades justas, equitativas y democráticas.
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