martes, 10 de noviembre de 2015

Reflexiones de Francisco en 1ra. Semana de Noviembre de 2015(*)


El Papa Francisco es la personalidad más valorada por las personas creyentes, agnósticas y ateas en el mundo, la profundidad de sus reflexiones son válidas para toda la humanidad y para todas las instituciones, coherente con estos principios la Comisión Directiva de APJESA ha resuelto la publicación de las reflexiones del Papa Francisco. Síntesis semanal, en base a extractos textuales producido por la profesora María Cristina Camacho de Armas, reconocida en nuestra provincia por haber sido la creadora de los Bachilleratos Salteños Para Adultos. 





"También en la Iglesia hay quienes, en lugar de servir, de pensar en los demás, se sirven de la Iglesia: los trepadores, los apegados al dinero. Y cuántos sacerdotes, obispos hemos visto así. Es triste decirlo ¿no? La radicalidad del Evangelio, la llamada de Jesucristo: servir, estar al servicio de, no detenerse, ir más allá, olvidándose de sí mismos. Y la comodidad del estatus: he logrado un estatus y vivo cómodamente sin honestidad, como esos fariseos, de los que habla Jesús, que se paseaban en las plazas, haciéndose ver por los demás". "Sin embargo, cuando la Iglesia es tibia, ensimismada, incluso con afán de negocios sin escrúpulos, no se puede decir que es una Iglesia que ministra, que está al servicio, sino que se sirve de los demás. Que el Señor nos de la gracia que dio a Pablo, ese punto de honor de ir adelante siempre, renunciando a las comodidades tantas veces, y que nos salve de las tentaciones, de estas tentaciones que en el fondo son tentaciones de una doble vida: me hago ver como ministro, como el que sirve, pero en el fondo me sirvo de los demás". 6/11/2015. Sta. Marta. RV.
"Hay dos caminos en la vida: el camino de la exclusión de las personas de nuestra comunidad y el camino de la inclusión. El primero puede ser pequeño, pero es la raíz de todas las guerras: todas las calamidades, todas las guerras, comienzan con una exclusión. Se excluye de la comunidad internacional, pero también de las familias, entre amigos, cuántas peleas... Y el camino que nos hace ver Jesús y que nos enseña Jesús es otro, es lo contrario: incluir". "Pensemos un poco y al menos, ¡al menos!, en nuestra pequeñez hagamos lo propio, no juzguemos jamás: 'Pero este hace así...'. Dios sabe: es su vida, pero no lo excluyo de mi corazón, de mi oración, de mi saludo, de mi sonrisa, y si la ocasión se presenta le digo una linda palabra. Jamás excluir". 5/11/2015. Sta. Marta. RV.


"La familia es un gran gimnasio para entrenar al don y al perdón recíproco, sin el cual ningún amor puede ser duradero. Sin donarse, sin perdonarse, el amor no permanece, no dura. Lo que se nos pide es sanar inmediatamente las heridas que nos hacemos, retejer inmediatamente los hilos que rompemos en la familia. Si esperamos demasiado, todo se hace más difícil. Y hay un secreto simple para sanar las heridas y para disolver las acusaciones. Y es este: no dejar que termine el día sin pedirse perdón, sin hacer la paz entre el marido y la mujer, entre padres e hijos, entre hermanos y hermanas... ¡entre nuera y suegra! Si aprendemos a pedirnos inmediatamente perdón y a darnos el perdón recíproco, sanan las heridas, el matrimonio se robustece, y la familia se transforma en una casa más sólida, que resiste a los choques de nuestras pequeñas y grandes maldades. Y para esto no es necesario hacer un gran discurso, sino que es suficiente una caricia, una caricia y ha terminado todo y se recomienza, pero no terminar el día en guerra ¿entienden?". 4/11/2015. Catequesis en Audiencia General. RV.
"Este estilo de Dios, que nos salva sirviendo y aniquilándose, tiene mucho que enseñarnos. Esperábamos una victoria divina triunfante; Pero Jesús nos muestra una humilde victoria. Alzado sobre la cruz, dejando que el mal y la muerte se enfurezcan contra Él, mientras sigue amando. Para nosotros es difícil aceptar esta realidad. Es un misterio, pero el secreto de este misterio de esta extraordinaria humildad esta toda en el poder del amor. En la Pascua de Jesús vemos juntos la muerte y el remedio a la muerte, y esto es posible por el gran amor con que Dios nos ha amado, por el amor humilde que se abaja, por el servicio que sabe asumir con la condición de siervo. Así que Jesús no sólo quito el mal, lo ha trasformado en bien. No ha cambiado las cosas con palabras, sino con hechos; no en apariencia, sino en la  sustancia; no en la superficie, sino en la raíz. Él hizo de la cruz un puente hacia la vida. Nosotros también podemos ganar con Él, si elegimos el amor servicial y humilde, que se mantiene victoriosa hasta la eternidad". 3/11/2015- Misa de 1er martes de noviembre. RV.

(*) Reflexiones del Papa Francisco. Síntesis semanal, en base a extractos textuales. Producido por María Cristina Camacho de Armas para su difusión en: camachodearmas@gmail.com

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